viernes, 11 de septiembre de 2015

sábado, 29 de agosto de 2015

miércoles, 19 de agosto de 2015

Low Blows: An Anthology of Chicago Harmonica Blues (1990)

Blues Harp Mix Part 3 - Dimitris Lesini Greece


Publicado el 17/12/2013
Blues Harp Mix Part 3 - Dimitris Lesini Greece

Jimmy Thackery, Tab Benoit - Freddy's Combo
Mojo Blues Band - Georges' West Side Jive
Jubal Kane - Going Home
Big Ed Sullivan - Hey Jonah
Paul Lamb & The King Snakes - Hey Woman
Junkyardmen - High And Dry
Mojo Blues Band - Highway 57
Livin' Blues Xperience - Hoodooman
Harmonica Hinds - Horse
Harmonica Slim & Hosea Leavy - Hosea's Boogie
Willie Buck - How Can I Be Nice To You
Detonators - Human Torque Wrench
Gary Smith Blues Band - I Can't Seem To Shake These Blues
Junior Kimbrough - I Cried Last Night
Harmonica Shah - I Wish A Theif Would Steal All My Burdens And Pain
Jean-Jacques Milteau - I Woke Up This Morning
Junior Kimbrough & Soul Blues Boys - I'm So Glad (Trouble Don't Last Always)
Alabama Mike - I've Been Rocked
Willie Buck - I've Got A Right To Love My Baby
Harmonica Shah - I've Got To Help My Own Damn Self
Harmonica Shah - If You Don't Leave, I'll Get Somebody Who Will
Mojo Blues Band - Inflation Blues
Joe Carter / Bobby's Rock
Jake Lear - Key To The Highway
Jeff Strahan - Killer
Walter Trout - Leopard-Skin Pill-Box Hat
Harmonica Shah - Lies, Lies, Lies
Stringbean & the Stalkers - Little Girl
Gary Smith - Losin' Hand
Cadillac Angels - Love's Heavy Chain
Milteau Jean Jacques (Harmonica) - Miss boogie (part 1)
Tab Benoit - Mutty Bottom Blues
Paul Lamb & The King Snakes - My Woman Has A Black Cat Bone
Harmonica Shah - Nasty Brown Rat
Willie Buck - Nineteen Years Old
Junior Kimbrough - Nobody But You
Harmonica Shah - Out on the Highway

lunes, 10 de agosto de 2015

Angela Tullida - Miseria (album completo)

Pequeña historia de Angela Tullida



ph DarkSoul



¿Cómo iniciar una reseña de un disco? Desde dónde pararse para emprender la tarea. ¿Desde la relevancia que tiene o tendrá en la Historia de las artes (rock es nuestro caso) la obra en cuestión? ¿En la destreza y vanidad musical de sus integrantes? ¿En la capacidad emocional de sus letras y melodías? En fin...
Obviamente, cualquier elección es arbitraria y nos compromete como oyentes y sujetos en medio de una incalculable cantidad de material sonoro, y para bien o para mal, de no sólo rock. Entonces, en cierta medida, hablar de discos o artista es hablar de nosotros como sujetos sociales y valoradores de arte inmersos en un sistema de consumo y producción.
Pero hay otra cuestión que se presenta y es ¿cómo hablar de un disco como unidad (si es que la tiene) sin mencionar la historia de la que forma parte? ¿Se puede pensar una obra aislada del resto, no sólo de las contemporáneas, sino y mas importante – creo -  de sus anteriores, de su lugar en una historia, la historia del artista o grupo? ¿Se puede pensar el arte fuera de su época e historia?
Obviamente hay varias respuestas posibles a éstas cuestiones y ninguna dará con la definitiva.
Ángela Tullida es una banda de movimiento lento, se mueve espesamente en el under desde hace más de 15 años. Su carrera discográfica es parca y descarnada consta de tan sólo cuatros discos de estudio y un reciente DVD de uno de sus conciertos en nuestra vecina Montevideo. 

El primero de ellos, el inconseguible Pinchadura, es una producción que sólo se editó en cassette allá por el ´94. Un objeto totalmente despojado, no tiene cubierta, ni letras, ni nombre de temas es sólo un cassette con no más de ocho canciones en su interior. Con oprimentes y marciales, “Ejercito”, o con sarcásticas canciones sonando a un pop deforme como “Cumpleaños”, que reprocha una existencia tísica e hipócrita,   “” Hoy es tu cumpleaños supuesta alegría ( ... )  A presión/  acaso no es tu día/ acaso no era hoy/ el día de tu vida .... ”” y que se podría enmarcar en el postpunk mas crudo y depresivo, casi surreal, y mucho mas cercano a  And also the tree y el The Cure de Pornography que de Joy Division de Closer en lo sonoro de los arreglos ( la influencia del cuarteto de Manchester es una condición primaria que los tullidos llevan, aún hoy, con gran nobleza y honor). Sea como sea, el horizonte musical en donde se mueve Pinchadura es el más puro dark urbano-cotidiano.
Luego en 2000 hay un giro que coincide con su primera producción en CD. Su disco homónimo. La cubierta es una pintura de Whistler llamada coloquialmente la madre de Whistler (1871). Pero el cambio no está sólo en el tipo de edición y la existencia de una cubierta muy sugerente (la quietud de la Sra. Whistler puede llegar a ser perturbadora). En el disco se ve otro rumbo, quizás anunciado en algunas canciones de Pinchadura, pero radicalmente distinto a la hora de ser ubicado en el mismo horizonte. No es que sea un disco de pop, ni mucho menos, sino que el giro lejos de alejarlos de su centro los catapultó más a su interior. En Ángela Tullida era notoria la búsqueda, que ancló en aquel primer CD, en un clima sórdido y con letras muy beckettianas que sugieren más que lo que dicen y que dan lugar al silencio, lo mágico de esas letras está en lo que no dicen pero, aún así, lo que no esta dicho en el silencio está. La voz de Gonzalo Fabbri (Voz y Guitarra) encuentra su lugar entre las palabras de largas vocales y graves enrarecidas por las cámaras y el eco. La formación la completan: Franco Varise (farfisa, piano, acordeón), Marcelo Chiachiare (guitarra) Miguel Palacios (percusión), Marcos Camisani (violín) Pablo Pérez (bajo).  Para destacar el clima del disco? - Malecón... “Infarto en el primer anhelo/ inválido en el segundo intento/ cargado de botellas rotas/ bailando sobre ellas notas...” Una postal cercana al tango y los arrabales, a los poemas de Evaristo Carriego, de Juan Manuel Pombo o Fernández Moreno, la vida cotidiana vista a través del prisma sepia y distorsionado de Nick Cave, Tinderstick, Tom Waits, Baudelaire, Lonard Cohen, Francis Bacon, Georg Grozs, Scott Walker, etc. Esta nueva manera de sonar es la atmósfera perfecta para describir esos arrabales que ya no son tangueros, sino que son el desecho de una existencia pauperizada (reacuérdese que el disco en el 2000)
El disco siguiente llega cuatro años después y lleva el nombre de Miseria, un disco mas refinado desde la producción mas cuidado en detalles. Este disco es, o mejor, tiene el aspecto de un disco crepuscular. La tapa es un atardecer o amanecer (a veces esos momentos se confunden fácilmente) en el campo con un molino quieto en sus aspas no circula ni una gota de aire.


El disco abre con “El Barco” canción de tintes casi hímnicos de procesión  “” vuelvo al barco con las luces, bajas de pescador (...)  nuestras vidas son los ríos que van a dar al mar/ y navegare por la aguas bajas de voluntad... “”
Como en un poema de William Blake o Georg Trakl el canto es a lo transitorio, al estado de constante migrar que caracteriza nuestra existencia.
Los climas oprimentes y saturados dejan lugar a imágenes claras y arreglos cristalinos guitarras eléctricas sin efectos, salvo un oportuno octavador, se apoyan solo en la ecualización de los amplificadores. La presencia de acordeón y violín es mas notoria y climática, además del aire urbano de chason francesa de algunas canciones, hacen de este trabajo un paso hacia ese horizonte sonoro siempre movedizo que gira en torno a los tullidos. Las letras conservan el tinte melancólico y borracho, historias que se cuentan sin eufemismos, que se narran con la sola poesía de su suceder, es la despedida, el amor hecho pedazos a nuestros pies, es la ilusión despedazada sin consuelo por el propio error  “” cargo con la culpa de mi propio error, maté a mi amor y me condenó / hacia el puerto viejo del alcohol y me emborrache “” (El Cardenal)  “”nunca creí, que iba a morir / y ahora estoy tirado / yo nunca pensé que te iba a perder ... “” (Quemado) o amanece, quizás, morír / un día mas, de mas , quizás / y una ilusión, cantó, el final / y una traición, me habló, bailó “” (Soledad).
Un disco donde predomina el vaudeville, el paso doble, la chason francesa, pero que no deja la impronta, que ya es un sello tullido, del descarnado panorama y la canción de melodías turbias y quebradas. Para destacar el bonus del disco (La cama vacía) desgarrador poema de Juan Manuel Pombo al que la voz de Fabbri y Pedro Dalton (cantante de Buenos Muchachos, banda Uruguaya) enaltecen en medio de un clima sombrío y decadente.
Tripas Corazón es el último trabajo de los tullidos. El mismo fue grabado entre 2007 y 2008. Un disco mas producido, distribuido por un sello que tiene mas renombre como Ultrapop que el exquisito sello de Miseria (Oui oui Record) Este disco es un disco mas adulto si se quiere, pero adulto en un sentido distinto al que solemos darle. Es un disco definido y claro. Con un raro humor y optimismo digno de aquellos que nada tienen que perder.
La mirada que existe en el interior de sus canciones, aunque sórdida, muestra destellos de luminosa ironía. Cada letra o canción es un  fotograma de la vida desolada y ultraubarna, de la vida en los márgenes de lo social y moral. Aquel fragmento de Pizarnik que dice “una mirada desde la alcantarilla / puede ser una visión del mundo... “ (el árbol de Diana 1962) es un hecho en Tripascorazón y por ello, el mundo construido por los tullidos es un mundo entre sombras. El poetizar de Fabbri se centra o pone su atención en la ciudad como escenario del escarnio. La ciudad es transfigurada por el sujeto y su mirada. Las letras hablan de una ciudad sin aura, derruida sin brillos modernos. Tripascorazón es la puesta en metáfora del hastío, del Spleen boudelaireano.
El tema que abre se puede leer como un prólogo del “humor” del disco, “” Insoportablemente loco estaba al pedo / sentado en la vereda mirando de retina / como se le pianta el suspiro a la vecina / cuando pasa el logi del muchacho calavera “” (Tumba Carnero) “” ... Hay que hacer de la vida /  una ilusión, para luego olvidarla /  (...) Hay que seguir la vida / hay que aguantarse la vida ... “” (Tripas Corazón) Pero también habitan otros personajes en TC, no falta el travesti viejo y marchito(Federal), ni la bataclana desvencijada (Vieja Loca) La vida que no es visible y que late a nuestro alrededor en forma fantasmal, eso que no deseamos ver, y que, sin embargo, es el sustrato que se hace presente en todo tripascorazón
Desde lo musical los tullidos acentuaron el camino comenzado allá por el 2000, las canciones constan de una mayor exquisitez y producción, refinados y calculados arreglos e invitados en vientos (tímbrica poco, o casi nada, utilizada en los trabajos anteriores), el bandoneón (a cargo de Fabbri) ocupa el lugar merecido y las guitarra de Chiachiare suena e lo Lepera reinterpretando a Cash. Piano, violín y la ajustada percusión minimalista hacen de los acentos y vericuetos arrabaleros de Tripascorazón el disco mas tullido hasta el momento, si bien en su momento todos ostentaron ese lugar.
Para rescatar la dupla vocal que se refuerza entre Dalton y Fabbri poniendo las voces a unas de las letras mas cerradas y reales, de fragmentos de una narraciones mutilada, como aisladas y sin consecuencias ... “” La madrugada en-tra-ba / en la botella solo hay sol  / Adelante y suerte / bebo tranquilo al ver-te ..”” (Adelante y Suerte)
Los tullidos parecen haber encontrado su lugar y su sonido en un circuito donde nada nuevo sucede muy seguido. Ellos, supieron  encontrar y definirse estéticamente en toda su historia, encontraron un idioma tanto musical como lírico o poético dentro del marasmo de repetición y look que es el under local y porteño en la actualidad. Lo que hace sospechar que concientes del lugar ocupado quieran migrar a nuevas formas y horizontes sonoros, buscando la novedad con la que expresar el mundo nuevo y de todos los días... 

Hernán Minardi
ph  Martín DarkSoul

jueves, 9 de julio de 2015

miércoles, 8 de julio de 2015

martes, 26 de mayo de 2015

miércoles, 13 de mayo de 2015

20 años de la Marcha del Silencio, 20 demayo, 19 hs Jackson esquina Rivera.





20 años de la Marcha del Silencio, mayo 2015.
de Juan Angel Urruzola
En estos tantos años de buscar a nuestros familiares hemos tenido que aprender sobre leyes, a indagar en los archivos, a escribir comunicados, y también a ser persistentes, a no desmayar, a convencernos que la búsqueda no termina ni con la muerte, ya que el dolor que guía el eco de las preguntas ¿quién, cómo, dónde, cuándo, por qué?, no prescribe.

Aprendimos que intentar dar vuelta una página de la historia sin leerla es condenarse a vivir sin pasado. Y que de la verdad no hay retorno. También aprendimos que no estamos solos. Que siempre hay manos tendidas dispuestas a ayudar, a brindar su apoyo para cada tarea necesaria. Que son muchos los que sienten a los desaparecidos como ?compañeros de la vida?, que ?todos somos Familiares?.

La uruguaya, minuana, Ada Margaret Burgueño, tenía 24 años cuando en 1977 fue detenida-desaparecida en Buenos Aires. Como tantos jóvenes de la época, era poeta, y premonitoriamente escribió:

"Amar sin dejar rastro, morir sin dejar rastro, vivir sin dejar rastro. / Y nosotros acá / acribillados de palabras / lívidos, inertes, / furiosamente muertos. / Yo voy desparramando señales que ni se ven / poniendo avisos en letra negrita / que dicen cosas que ni yo entiendo / pero igual espero, que por ahí / alguien sepa deletrear las claves / de mis pocos vistosos letreros / y asimismo, yo espero".

Para todos aquellos que nos acompañan a buscar las señales, los rastros, las claves de ?los pocos vistosos letreros? de nuestros desaparecidos, muchas gracias. Ellos nos siguen esperando.

Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos Abril 2015

miércoles, 29 de abril de 2015

Entrevista. Lenine




Novo show do músico pernambucano tem início em São Paulo, no Sesc Pinheiros, entre os dia 30 de abril e 3 de maio

Lenine lança seu novo disco 'Carbono' e inicia turnê na capital paulista


Foram dois anos com a turnê do disco Chão. A vontade de Lenine de levar aquele show para todos os cantos do Brasil fez com que o cantor e compositor pernambucano alongasse o tour. “Esse intervalo é comum entre meus discos de repertório, porque esse período possibilita viajar da maneira como gosto”, diz ele.Chão tinha fôlego para mais andanças, mas seu ciclo foi encerrado praticamente à força. Um novo show se fazia urgente e, para tanto, pedia um novo disco de inéditas. Por isso, Carbono, o álbum, chega junto com a turnê, que tem início em São Paulo, entre amanhã, 30, e dia 3, no Sesc Pinheiros. 

Lenine correu para finalizar o trabalho. Foram dois meses, fevereiro e março deste ano, compondo e formando parcerias com velhos companheiros de música. E com gravações no Rio, São Paulo, Salvador e Amsterdã. Com os conterrâneos do Nação Zumbi, ele grava a primeira música juntos,Cupim de Ferro(Lenine/Pupillo/Dengue/Lucio Maia/Jorge Du Peixe), com a batida forte característica do Nação – e em diálogo com Madeira Que Cupim Não Rói, de Capiba. Para O Universo na Cabeça do Alfinete (dele e o antigo parceiro Lula Queiroga), chamou, via Skype, o holandês Martin Fondse e sua orquestra – com quem Lenine já se apresentou –, para participar daquela “valsa quase medieval com um texto bem universal”. Outra orquestra, a brasileira Rumpilezz, está na bela À Meia Noite dos Tambores Silenciosos (parceria com Carlos Rennó), que faz um retrato sonoro da tradicional cerimônia. Com Carbono, Lenine estabelece uma relação entre o elemento químico, que se modifica a partir de suas combinações, e ele próprio, que, dependendo da associação musical, dá vazão a diferentes Lenines. 
O cantor Lenine lança novo disco, 'Carbono', e inicia turnê do trabalho
O cantor Lenine lança novo disco, 'Carbono', e inicia turnê do trabalho

O nome Carbono tem alguma relação com a época em que você cursou Engenharia Química?
Eu já tinha essa palavra: carbono. Sou um colecionador de palavras. Evidentemente, nosso filtro é formado pela nossa experiência. Foi importante em determinado momento da minha vida e meu interesse perdurou. Ainda sou um cara curioso nessa área, mas o fato de escolher carbono tem a ver também com a característica desse elemento: alotropia, quer dizer o fato de ele se associar a infinitas coisas e gerar novas moléculas e, portanto, novas substâncias. Isso, de alguma maneira, define um pouco sobre o que faço. 
E por que esse título para o novo trabalho?
Disco é uma questão de estímulo e desejo. Em quase a totalidade dos meus discos, surgem antes uma imagem e o título, e corro atrás das canções. Sou compositor, é minha primeira profissão e me tornei outras coisas em decorrência desse exercício. São duas trajetórias diferentes: uma é a gravação, é esse ambiente asséptico, hospitalar que a gente teima em impregnar de emoção e é muito difícil para transformar em um CD; depois, tem o sentido da adequação, você transformar aquilo, que estava sob uma lupa diferente, para o universo da emoção do palco. No caso do Carbono, me pus a fazer os dois processos simultaneamente. É a primeira vez que faço assim, foi um tsunami, rapaz. 
E por que os dois processos ocorreram ao mesmo tempo?
Num primeiro momento, eu sabia que tinha de exorcizar o Chão para me propor a fazer outro projeto. 
Quando isso aconteceu? 
No final do ano passado, quando começou a ter muita procura para a turnê doChão para o ano que ia ter início. E eu disse: ‘Não, cara, não posso; o que é que estou fazendo?’. Foi a primeira pergunta. E a resposta não foi um CD, não, foi um repertório inédito que me propiciasse a fazer um show novo. Assim, se é o show, por que não fazer tudo ao mesmo tempo agora? Como preciso do disco físico como se fosse quase o ingresso do show, preciso fazer o disco até quando? Se o show é 30 de abril, em 30 de março tenho de estar com o disco masterizado. Foi assim. 
Você já tinha material? 
Não tinha nenhuma música, porque só corro atrás de descobrir as canções depois de um tema. Neste disco, todas as músicas falam sob a égide do carbono, isso é intencional. Não é uma coletânea de contos, é uma tentativa de um romance musical. Mesmo o desencadear das canções, é uma história que estou contando, adoro as legendas, as referências.
É a primeira vez que você e o Nação Zumbi gravam algo juntos – a música Cupim de Ferro. Por que a parceria nunca se deu antes?
Porque a gente tinha de acumular conversas. Na verdade, a gente já chegou a dividir palcos, mas a adequação do tema, isso me ocorreu quando eu imaginei esse tema. Essa música tem uma grande referência de frevo de bloco, e achei que o tema tinha de ser executado por mim e pelo Nação, dois exemplos de uma música contemporânea. Eles iriam entender e foi isso que aconteceu. 
A canção Quede Água faz um retrato do que se vive hoje no Sudeste – e do que o Nordeste sempre viveu com a falta d’água...
Essa é uma expressão muito nordestina: ‘quede’ de cadê. O texto é do Rennó. Acho oportuno falar disso agora, dessa maneira um pouco desesperançosa até, mas é uma boa crônica do que a gente está vivendo, de todas essas síndromes hídricas pelas quais a gente está passando.
Acha que essa crise que pode levar a um quadro irreversível?
Pela primeira vez, estamos entrando como espécie numa superpopulação que vai mudar a equação geológica do planeta. Isso é um dado, não sou eu quem estou dizendo. A gente não tem equação para saber quanto estamos interferindo nisso tudo. É possível que a gente esteja entrando na era de glaciação. Mas, com certeza, nós interferimos na equação do planeta.
Quem Leva a Vida Sou Eu é uma resposta a Zeca Pagodinho?
Brinquei com meu amigo Zeca. Ele diz: ‘Deixa a vida me levar’. O que é isso, Zeca? Não, quem leva a vida sou eu. Deixa a vida me louvar! 
Você usa o termo ‘cantautor’ para se definir. O que, para você, isso significa?
O termo não existe temporariamente, eu espero, na nossa língua. Todos os outros latinos têm, mesmo o português de Portugal. Mas como definir um Chico Buarque, um Jorge Ben, um Djavan? Esse termo vem do século 11, pessoas que iam com seu instrumento rústico de feira em feira. Eram cronistas da rua. Acho que isso faz parte do nosso DNA, de você estar ‘historificando’ o que vê. E me vejo assim, claro. Não me contento só em entreter. Prefiro acreditar que vai além: que tem educação no meio, que tem questionamento, que tem atitude política. São crônicas de questões reais, que incomodam, que comovem. 

lunes, 13 de abril de 2015

Cámara Kern Bijou



Colección:   NMeM - fotográfica TecnologíaNombre del objeto:   cámara de placas;plegables cámara Maker:   Kern y Company AGLugar Hecho:   Aarau, Aargau, Suiza Fecha Hecho:   1919-1929 Materiales:   metal; vidrio




pic_1990-5036_3934.jpg

Descripción:   plegable todas las cámaras de metal para 3 1/2 x 2 1/2 pulgadas placas. Equipada con una lente Kern F: 105 mm f / 4,5 a 36 No.1293. Compur de obturación 1/2/5/10/25/50/100/250 / B / T.en el panel de lente desmontable. Piñón y cremallera ascendente frente. Enfoque de cremallera.Alambre buscador de estructura, el respaldo de vista que falta, pequeña plegable buscador marco agregó. Rotatorio de vuelta con capucha arqueadas. Con Rollex 120 rollflilm espalda. Kern y c.1924 co
Número de objetos:   1990-5036 / 3934
Línea de Crédito:   La Colección Kodak en el Museo Nacional de Medios, Bradford

viernes, 10 de abril de 2015

Alfonsina: “Me gusta tener algo sin resolver”

Alfonsina: “Me gusta tener algo sin resolver”

Alfonsina presenta este viernes El bien traerá el bien y el mal traerá canciones en la Sala Vaz Ferreira. Antes de eso conversó con Moog sobre todo lo que llevan caminando ella y su disco
Foto: Agustina Rodríguez
Foto: Agustina Rodríguez
Es temprano en la mañana y el barrio donde vive Alfonsina Álvarez todavía está tranquilo. Tuvo que madrugar para recibir a Moog pero no se le nota; está predispuesta y sonriente, y sobre todo con ganas de escuchar música, como en cada momento de su vida. En el pequeño estudio que tiene en su apartamento, donde se atiborran instrumentos y hay arte por todos lados, suena fuerte “Lazaretto” de Jack White y se pasea en silencio Anais, su gata persa.
La felina tiene tanta personalidad que intimida, aunque recibe con gratitud el protagonismo que se le da. En el living hay un retrato que fue un regalo de bodas para la cantante, que a finales de 2014 contrajo matrimonio con Diego Bartaburu, su compañero de ruta y baterista de No Te Va Gustar, con quien comparte la experiencia unificadora de tocar. “Es mi preferido, objetivamente”, dice.
Alfonsina también pinta -cursa tercer año de Bellas Artes-, pero sus trabajos no están a la vista.

El proceso musical fue más o menos así: lo hacías para vos, no lo mostrabas.

Sí, me daba mucha vergüenza, no me parecía que fuera muy valioso el trabajo, y aparte era muy íntimo, era para mí. Mucho después me di cuenta que los conflictos, situaciones o alegrías personales se transfieren a las otras personas y se hacen propias de otras personas. Entonces fue un proceso de salir de adentro hacia afuera.

-Escuché la historia de Tricky (NdR: productor inglés que la invitó a una gira por Europa que no se concretó, y que ha trabajado con artistas como Massive Attack y Björk), pero supongo que tiene que haber habido mucho más allá de tu parte, al margen de ese impulso, para ser una cantante.

Claro, eso fue como abrir una puertita y ver una posibilidad de que quizás sí pueda ser cantante. Artista en realidad. Sobre lo de Tricky lo que más me parece destacado es que lo vi a los ojos y por primera vez conocí a un artista, una persona que su vida giraba alrededor de su creación y que eso era férreo, firme. En ese sentido fue una visión nueva, totalmente.

-¿Qué amor fue primero, el del canto o el de la guitarra?

Cantar, porque cantar cantaba desde que era chiquita. La típica; me grababa con un grabadorcito canciones que no existían, que eran muy graciosas, y luego, un poquito más grande, como a los ocho, empecé a hacer canciones a capela. Recién como a los catorce agarré la guitarra, y siempre torpemente. Me cuesta mucho la guitarra a mí.

-No se nota.

¿No se nota? Me cuesta pila.

-¿Qué se escuchaba en tu casa cuando empezaste a grabar esas canciones?

Xuxa (risas). Mis padres no escuchaban mucha música, te diré. Teníamos algunos discos de los Beatles, típico; Simon and Garfunkel… (Piensa) No eran muy de escuchar música, no.

-¿Personalmente qué fue lo que más te marcó?

Nirvana. Nirvana, sí. Fue mi punto mojón. Entré justo en esa generación; elUnplugged de Nirvana era como descubrir tus propios sentimientos y paisajes dentro de lo que abría Cobain.

-¿Y en cuanto a lo que hiciste vos?

(Piensa) Fa, no sé. Porque si te digo la primera vez que toqué, fue bastante terrible. En ese momento no tocaba muy bien la guitarra y de repente volvía para atrás en el tema; me equivocaba, volvía a esa parte y lo hacía otra vez… Quizás eso fue muy importante para darme cuenta que esto llevaba mucho trabajo, y que también tenía una enorme satisfacción. Porque además estaba yo sola con la guitarra y la gente justo esa noche me acompañó y me decía: “Dale, dale de vuelta”. Y eso es muy importante, darte cuenta que la magia está en la conexión con la gente.
Foto: Agustina Rodríguez
Foto: Agustina Rodríguez

-Eso es algo que vos generás bastante. El público tiene una afinidad contigo que de repente no lo tiene con todos los solistas.

Qué bueno. Aunque en realidad yo no estoy en la piel de otro solista como para saber, pero sí pienso que lo que hago abre cierta intimidad y honestidad y que por empatía el otro va a entrar al mismo lugar y nos vamos a conectar en ese lugar, que es de donde viene mi música. Y además es el propósito de mi música, conectar.

-A la hora de preparar este show ¿te das espacio para escuchar música o te enfocás en lo tuyo?

Escucho mucha música, desde que me levanto hasta que me acuesto estoy investigando y alimentándome. El otro día estaba en Bellas Artes y un profesor dijo: “¿saben cómo saber si ustedes son creadores o consumidores de arte? Por las horas que le dedican a crear y cuántas a consumir”. Y ahí yo dije: con ese criterio estoy en el horno, ¡soy una escuchadora! Pero en realidad creo que no levanté la mano en ese momento porque era la primera clase, porque lo hubiera discutido (Risas).
Pero me gusta mucho la obra ajena, empatizo mucho, escucho música de géneros que no voy a decir opuestos pero sí muy diferentes, y tengo pasión por escuchar.

-¿Y tu música también la escuchás?

Sólo si la toco, sino no. No pongo el disco, ni ahí. Lo he escuchado para ver qué estaba bien o mal, pero no es muy sano, porque cuando lo estás escuchando para juzgarlo no entrás en el viaje. Uno, que lo estás escuchando para ver qué está bien o mal y es muy relativo y subjetivo; y dos, que no es así como yo pretendo escuchar la música. Si la estoy juzgando no estoy involucrada, no estoy adentro, y de veras prefiero no hacerlo. Y además, para mí parece una canción distinta cuando la estoy escuchando y cuando la estoy tocando.

-¿Por qué pasó tanto tiempo desde la salida de este show hasta la presentación formal?

Un poco porque en el medio hubo asuntos personales que dilataron los shows, y un poco por indecisión. ¿Este año qué hago con este disco? Porque yo estoy preparando otro. ¿Lo presento? ¿O ya lo presenté un poco con los pequeños shows que hice? Y en ese pensamiento, viste cómo son las cosas de atracción: me llegó un mail ofreciéndome la Vaz Ferreira y dije: “OK, si usted lo dice…”. Es la primera vez que vamos a hacer una sala tan grande y es la oportunidad para que me vea mucha gente que me vio en Marisa Monte, familias que les gusta salir con los niños, porque normalmente toco en bares. Entonces vamos a hacer esta prueba.

-¿Y el desafío mayor que se te presenta cuál es?

Hay varios. Enfrentarme al miedo de cómo va a salir, porque una vez que estás arriba del escenario no importa nada, pero por ahora es eso.

-¿Cómo es armar un show trabajando con otro disco en el medio?

Es esquizofrénico (Risas). Pero a mí me gusta siempre tener algo sin resolver; es confuso, qué toco, qué no toco, ¿paro de tocar mi primer disco? A mí me gusta estar haciéndome esas preguntas porque me mantiene como yendo, queriendo resolver, entusiasmada.
Foto: Agustina Rodríguez
Foto: Agustina Rodríguez

-¿El nuevo álbum por dónde va?

Musicalmente es muy variado, muy personal. Como si fuera una licuadora y lo que sale es de montón de influencias. Es un poco más rockero, capaz. Lo que destacaría es que está siendo hecho con mi guitarra Telecaster, y el anterior lo compuse con cuerdas de nylon y mi guitarra Godin, la gorda. Esa es la personalidad del disco.

-¿Qué influencias musicales podés destacar?

Mi primera maestra fue Ella Fitzgerald. La siguiente Erykah Badu. Después está Ibrahim Ferrer del Buena Vista Social Club, Zitarrosa, PJ Harvey, Eduardo Mateo -enorme para mí-. Charly García con mayúsculas gigantes, y para este disco más. Spinetta… Son muchos y muy importantes.

-¿Por qué Charly para este disco más?

Porque estoy experimentando con algunas estructuras diferentes a las convencionales, algunas cosas las programo con la computadora, tipos de baterías que me inspiraron como la de “Promesas sobre el bidet”. Ese tipo de cosas que son muy importantes para mí como productora. Y además porque Charly, además de manejar una estética musicalmente alucinante, tiene un enorme contenido, que me parece que contemporáneamente falta. No sólo quiero escuchar una música re linda, sino la intención que tiene. Y la intención tiene que ser curar, mejorar, evolucionar, sanar. Y si no está todo bien, me divierto, pero no. Fijate en todos los artistas que nombré qué es lo que pasa adentro cuando uno lo escucha. Eso es lo que yo busco.

-Decís que las canciones tienen que ver con sanar y en tu primer disco hay algo de eso, al punto jugarse demasiado. Me pasa de escuchar “No es mi primera vez” y pensar que cualquier ex novio puede llamarte y decirte: “¿Qué hiciste?”

(Risas) Sí, pero después me di cuenta que las canciones, aunque las haga en cierto momento en que una situación es una excusa para hacer una canción, yo estoy hablando de mí y de nadie más. No estoy hablando de cómo sos, capaz lo estoy manipulando un poco para poder expresarme y manejar mis locuras y mis cosas. No es personal.

-¿Cómo te llevás con la devolución de la gente?

Es muy importante, porque la creación tiene como dos momentos: el momento que tenés contigo y la creación misma, y el momento en que ponés a prueba esa creación. Qué pasa cuando se presenta esto ante el resto de los humanos. Y volviendo a lo de la emoción y la evolución es importante para mí poder llegarte. Es muy importante. Si yo estoy cantando en un escenario y no estoy pudiendo entrar a vos -porque además cuando entrás al público, el público entra en vos; hay un intercambio energético- no tiene sentido, te vas y tocás en tu cuarto.

-¿Cómo te definís como artista?

Si me tengo que definir, humildemente me siento una poeta, porque la poesía para mí es una relación entre cosas. Hay un punto justo en que vos ponés una relación entre elementos y de ese orden surge emoción. Esos elementos pueden ser un bajo, una guitarra y una voz; un rojo, un azul y un amarillo; pueden ser palabras. En lo que más profundicé para mi introspección cuando comencé fue en la poesía, que es esporádica pero muy profunda para mí. Realmente; cuando escribo algo, si cambio una palabra cambio yo simultáneamente. Pero me he dado cuenta que también en la fotografía, en la música, en la pintura y en la palabra, lo que quedan son relaciones, que para mí son poesías de formas o de etcéteras.

-¿Te gustaría escribir, publicar?

Eventualmente, quizás lo haga.

-Si te dicen que tenés que elegir una canción para escuchar el resto de tu vida, ¿cuál sería?

Serían las Gymnopedies de Erik Satie, en la versión de Jacques Loussier.

Belén Fourment (@belenfourment)

sábado, 21 de marzo de 2015

simplemente aguatero.

"En Montevideo hay un barrio donde según reza la leyenda existe una bestia gigantesca, que le roba el alma y el corazón a quienes habitan en sus inmediaciones, es un ser de carácter beligerante y cuando entra en batalla emite un sonido tan fuerte como el que pueden provocar miles de personas gritando. Algunos estudiosos aseguran que su cabeza da al costado de la vieja estación central, la punta de su cola llega hasta la esquina de General Flores y Garibaldi, el borde del ala izquierda se posa en Fernández Crespo y el extremo del ala derecha descansa en la Costa de la Bahía, dicen que después de la batalla el monstruo se aquieta bastante y se esconde en su cueva de la calle Marmarajá a esperar nuevas oportunidades de enfrentar a nuevos adversarios.
No hay que arrimarse a ese monstruo aseguran, porque si te atrapa no te suelta nunca más".


salute, gran salute

sábado, 31 de enero de 2015

Ernesto Díaz, músico artiguense

TALENTO NORTEÑO

Ecos de la frontera

Una charla con Ernesto Díaz, músico artiguense que durante 5 años grabó Cualquier uno, disco esencial para atender las novedades musicales que vienen desde el norte del país.Cantado parcialmente en portuñol y con la participación de importantes músicos invitados, sus 15 canciones lo convirtieron en uno de los materiales más interesantes editados en los últimos años, y a Díaz en un compositor al que no hay que perderle el rastro.
Ernesto Díaz. Foto: Leo Carreño.
sáb ene 31 2015 Mariángel Solomita  
Cualquier uno (Ayuí, 2014), ese disco cantado parcialmente en portuñol, lleno de matices y descubrimientos que presentó al artiguense Ernesto Díaz como un compositor valioso, y significó un trabajo titánico para sus productores Fernando Ulivi y Guilherme de Alencar Pinto, llegó como una bofetada a un sonido Montevideano que suele hacer oídos sordos a esa música que ocurre en los otros Uruguay, sobre todo en los más lejanos y desconocidos que están en la frontera.
La mejor música de los dos territorios vecinos conviven en este percusionista y futbolero que no busca poses ni quiere generar un público. Dice que su disco, uno de los mejores del 2014 y de los más singulares que se hayan editado en los últimos años, es un espejo de sí mismo.
—Al poco tiempo de salir Cualquier uno, comentaste que necesitabas una distancia para saber qué sentir al respecto.
—Lo que pasa es que pensar al disco es pensar en toda mi carrera, quise componer con mucha introspección y mucho rigor y no sabía si lo iba a lograr, y nunca estaba conforme. Así como hay gente que atiende a cómo lo recibe el público, si le tira más o menos flores, yo pensaba en mis amigos músicos, que son mis referentes. Cuando salió el disco yo estaba cansado del proceso, y me cuesta escucharme, y de esos amigos recibí muchos elogios y empecé a amigarme con el disco como obra mía, porque cuando escucho discos de otros los escucho 15 veces de corrido.
—¿Por qué esa escucha casi obsesiva?
—Porque escucho de verdad.
—¿Cuándo empezaste a pensarte como músico?

—¿Por qué decís que fuiste un mal alumno de guitarra?
—Yo escribía, y había un dúo en Artigas del "Pocho" López y el "Chumbo" Sánchez, que eran vecinos y cantaban canciones del repertorio popular folclórico de Uruguay y Argentina y yo los imitaba. Pero cuando quise hacer canciones me di cuenta que sin tocar guitarra era más difícil lograr aquella enteridad, entonces estudié con Rubén Olivera. De entrada me costó terminar las canciones: las hacía de a pedazos.
—Porque no hacía los deberes. Agarraba para otros lados y Rubén me seguía la cabeza...me he dado cuenta de que evolucioné tocando la guitarra con mis cosas y no con piezas de otros.

—¿Qué ambiente musical se te impregnó en Artigas?
—Siempre escuché mucha música con percusión porque en la frontera la música brasileña estaba en la televisión. Jopeábamos la censura de la dictadura porque esos músicos prohibidos en todo el país se veían por televisión en mi ciudad, habitualmente veía un concierto de Caetano Veloso, de Chico Buarque, de Jorge Ben, de Ney Matogrosso, era glorioso. Me daba cuenta de que eso era de otro país, pero ese otro país me daba acceso a lo que el mío no podía darme.
—Tu primer paso musical fue estudiar percusión. Dijiste que tu músico preferido es Ruben Rada.
—A mí la percusión me empezó a interesar la primera vez que vi tocar a Rada, en el año 88. Vi a un tipo liderar una banda tocando percusión, sentado adelante, y para mí fue un antes y un después. Los escolásticos de la percusión no consideran a la de Rada una escuela pero yo sí, porque esa percusión sacada del candombe y llevada al salón es lo que pasó en otros lados. La jerarquía de Rada sentado adelante con las congas me parecía creíble y quise aprender eso, y estudié con Waldemar Carrasco.
—¿No pensaste en tener una banda con ese tipo de formación?
—Es que con la percusión me pasa lo mismo que con la guitarra: me interesan los percusionistas que no son de escuela, el percusionista que más me importa de este país fue Eduardo Mateo, que no sabía cómo meter las manos, y tenía una escuela. Me gustan más los músicos inventivos. Yo toco percusión pero por intuición en la composición, en la forma de acompañar. Hay muchas formas de tocar candombe acá, sin embargo la guitarra no se discute mucho porque es un ritmo puro, de la calle.
—A la hora de componer, ¿cuál es tu instrumento preferido?
—Depende, hay canciones que hice con guitarra y otras en que la guitarra la puse tiempo después. Nunca escribo las letras antes.
—Algunos temas surgieron mientras escribías una novela, las canciones eran una especie de banda de sonido para escenas y para personajes.
—Mi música siempre es una banda de sonido, siempre es para alguien. Yo hago las canciones por eso: para una persona, o para lo que me sugiere cantando una persona. Son como pretextos, digamos que esa técnica es un incentivo.
—Hay varias canciones dedicadas a músicos (Jorge Ben, Fredy Pérez, Edú Lombardo, entre otros), por ejemplo para Ney Peraza, ¿que te motivó? ¿La persona o su obra?
—La canción es para él porque yo soy muy amigo de Ney, es mi hermano, y un día lo vi por primera vez triste y fuimos a inaugurar un parador que tiene en Neptunia donde nos reunimos a tocar, y me quedé con una imagen de que estaba amaneciendo y él estaba tocando. La música fue para ese momento, dice "quiero este carnaval/ una belleza igual/ tu todo musical."

—¿Disfrutás más de componer que de grabar y tocar?
—Sí, y me gusta cuando escucho a otros músicos ponerme en el lugar del compositor, encontrar la propuesta compositiva concreta de un disco cuando está bien expuesta, como en Todos detrás de Momo de Los Olimareños, Ben de Jorge Ben, Araçá Azul de Caetano Veloso, los dos primeros discos de Lazaroff, Falta un vidriode Leo Maslíah, con Mateo, los primeros discos de Jaime Roos. Me gusta encontrar esos desarrollos, esa verdad musical de la que habla Jaime, según la que hay una conexión entre todo lo que forma parte del disco.
—¿Con qué frecuencia hacés canciones?
—Hay gente que le tiene pelos a eso, pero a mí me gusta el ejercicio de componer, como me gusta jugar al fútbol y pescar. Me gusta mucho comparar, y me voy, me voy, y de repente algo me sale y busco una letra vieja y me cuelgo. Voy y vuelvo, en el disco hay una canción de 1994 y otras del 2009; es medio atemporal el asunto.
—El disco tiene a importantes músicos invitados, entre ellos a Leo Maslíah, Martín Morón, Santiago Montoro, Francisco Fattoruso, "Nego" Haedo, Jorge Galemire, Braulio López, Ney Peraza, Lucía Gatti...
—Hay que dejar en claro que el disco fue idea de Fernando Ulivi y enseguida se subió al carro Guilherme de Alencar Pinto y los dos decidieron a quién invitar; la arreglística del disco la compartimos.
—Según comentaron, el trato con Ulivi fue que te comportaras como un músico más, ¿cómo fue ese proceso?
—Fui a todas las jornadas de grabación a lo largo de los 5 años que duró.
—Un disco como este recuerda a Aguaragua (1974, "Pájaro" Canzani), en el sentido de reagrupar a un montón de músicos contemporáneos para el primer disco de un artista.
—En ese sentido sí, este es un disco de laboratorio. Pero yo ni lo había pensado así, fue pensamiento de los productores, es más, cuando yo entré al estudio no sabía ni si iba a cantar yo.
—¿Cuál iba a ser tu función?
—Yo tenía el ejemplo de Edu Lobo, lo había visto en una entrevista por un lanzamiento de un disco en el que no tocó ni cantó en ningún tema, y él le dice al entrevistador "decime, ¿en tu casa tenés discos de Mozart y Beethoven?", "sí", "¿y son ellos los que están tocando?" El disco siempre iba a ser mío, pero así como pensaba en invitar gente para tocar la guitarra podía invitar a otros para cantar, pero al final hubo un tema con la lengua, con cantar en portuñol y otros dialectos de la frontera. Había invitado a Braulio López a cantar a dúo conmigo el tema Naná de agua, pero al final la tonalidad no iba con su voz y quedó como un coro.
—Tocás como percusionista en su banda, ¿vivís de la música?
—Sí. Es una de mis fuentes de alegría y de dinero, pero es difícil.
—También debe ser complejo llevar este disco de estudio al escenario.
—No se puede. Pero salvo un par de temas logré adaptar el resto de las canciones a tocar al mínimo con la guitarra yo, y a prepararlas con un formato cuarteto junto a Andrés Wels, el "Ñato" de la Peña y Ney Peraza. Vamos a salir a tocar canciones del disco, canciones que no quedaron y otras nuevas.
—Estas primeras canciones surgieron de la añoranza por tu pueblo, paisajes, lengua, estando en Montevideo, ¿las nuevas canciones nacen desde el mismo sentimiento?
—Siempre está presente. Yo escucho mucha gente que no está en la radio, no estoy ni ahí con los dictámenes de las radios ni de algunos colegas que están en instituciones dirigiendo el tránsito. Escucho a gente que se ganó el lugar por fuera de los medios, como Los Olimareños, el "Chito" de Mello, tocando en los pueblitos más ignotos, recorrieron el país hasta meterse en el esqueleto de las personas; eso me parece más interesante que llegar por los medios.
—¿Vos hacés lo mismo con tu música?
—Sí, siempre toqué por todos lados, y es contradictorio porque a mí me encanta comprarme discos y estudiarlos pero también me interesa llegar a los músicos que no están grabados. Entre los más interesantes me gustan Rodrigo Mendaro, su tío el "Pato" Mendaro, el "Guta" Leyes, el "Fena" Canale, Florencia Núñez, Alessandro Podestá, Charly Ferret, Diego Azar, el coro Oigo Voces, Marcos Abramovich, Yair, Asamblea Ordinaria, "Pope" Pérez, Ney, Fredy Pérez...
—A la música del interior y sobre todo de la frontera le cuesta más llegar para este lado, parece venir de un país distinto.
—Es que es distinto, me di cuenta cuando vine para acá, saludablemente distinto. Este estado que es Montevideo, en lugar de enriquecerse con la diferencia lo que hace es pasar como una aplanadora y recortarte a su gusto, para ser todos uniformes. Yo me enojo con algunos músicos que se burlan del interior, mientras que en el interior mis amigos dicen que hay ritmos que allí subsisten como la polca, porque nunca se dejó de bailar la música popular en el norte -eso que acá cambió con la dictadura-, pero parece que esos ritmos particulares se están perdiendo por una música que triunfa comercialmente. No me gusta el centralismo que va absorbiendo a la gente del interior y que la devolución se complique para llegar con propuestas para aquellos lugares. Tiene que ver también con políticas culturales que hasta hace poco no teníamos cómo enterarnos que existían del Río Negro para arriba. Me agarro muchas calenturas, como las calenturas de fútbol.

—¿Sos muy futbolero?
—Sí, a mí me gusta más jugar al fútbol que hacer música.
—Venís de tocar en Córdoba.
—Con la banda de Braulio, no llevé ni un disco mío, los regalé todos.
—¿Cuándo vas a tocar vos?
—Si me invitan voy. Yo me debo a mis amigos, a mi gente; mi lengua es esa y mi música es esa.
—Pero editaste un disco con muy buenas repercusiones, el siguiente paso sería llegar a ese público que le gustó.
—Lo que pasa es que yo soy anarquista, yo no pienso así. El público para mí es una cosa espontánea que se va generando de la misma manera en que yo me transformo en público. El disco lo presenté para mis amigos en Neptunia, pero sé que lo tengo que tocar, que conseguir salas, y tenemos planes. Me cuesta, este disco es como un espejo, y yo no quiero vender poses, está perfecto que eso exista, pero no es para mí.
Planes
Continuará presentándose junto al poeta artiguense Fabián Severo y pretende tocar el disco solo y con la formación que ensayó junto a Andrés Wels, "Ñato" de la Peña y Ney Peraza. Además quiere hacer un show junto a otros artistas artiguenses y con ritmos del norte.

el pais cultural